El agua para uso humano proviene de ríos, lagos, pozos y océanos, y siempre contiene sólidos disueltos y/o en suspensión, después de pasar el agua por filtros sumamente finos, que eliminan los sólidos en suspensión, quedan en el agua átomos o moléculas llamados iones, principalmente bicarbonatos, calcio, sodio, potasio y magnesio, que son los iones causantes de la dureza del agua.
Existen tres tipos de dureza, la dureza temporal del agua se debe a carbonatos disueltos principalmente de calcio y magnesio, mismos que se precipitan en forma de carbonatos con el calor y que forman las incrustaciones de sarro; la dureza permanente, se debe a la presencia de sulfatos y cloruros de calcio y magnesio, y no precipitan con el calor; y la dureza total que es la suma de las dos durezas.
De acuerdo a la concentración de Calcio y Magnesio, se presenta la siguiente clasificación de aguas duras.
Aunque de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el agua dura no tiene efectos negativos en la salud, gracias a la aportación suplementaria de calcio y magnesio; su uso afecta económicamente las actividades humanas, ya que los depósitos de calcio (calcita) forman una capa termoaislante, que reduce el intercambio de calor, disminuyendo la eficiencia y la vida útil de calderas y calentadores de agua, por disminuir el efecto limpiador de detergentes y jabones, formación de incrustaciones en tuberías, maquinarias y taponamiento de orificios, su reacción a compuestos químicos agregados al agua, etc.
La siguiente tabla muestra el aumento de consumo de energía de acuerdo al grosor de la capa de sarro:
Increase Energy Consumption as a Function of Scale Thickness
Tradicionalmente, se han utilizado suavizadores de agua y osmosis inversa para eliminar dichos iones que causan la dureza del agua siendo la osmosis inversa la más eficaz.
Estudios de la NASA sobre el control o eliminación de formaciones de sarro, han revelado que mientras los tratamientos químicos contra el sarro ocasionan corrosión de 1 a 50 milésimas de pulgada por año, los tratamientos magnéticos de agua no ocasionan corrosión alguna.
El acondicionamiento físico del agua disminuye la formación de incrustaciones sin el uso de químicos; y consiste en aplicar al agua un tratamiento magnético de alta resolución, mediante imanes permanentes sobre tuberías de plástico, aluminio, acero inoxidable o cobre. Lo cual produce un reordenamiento de las moléculas del agua así como rompimiento y disolución de moléculas de carbonatos y sulfatos contenidos en el agua dura, manteniéndolos en suspensión en lugar de precipitarse, lo que inhibe la formación nuevas incrustaciones de sarro y retira los existentes.
El tratamiento magnético es recomendado desde 1998 por el Departamento de Energía de EEUU. El tratamiento magnético cambia la formación de la calcita difícil de remover a aragonita que se mantiene en suspensión en el agua sin depositarse. Las incrustaciones de aragonita son mucho más fáciles de remover incluso favorece al desprendimiento de costras viejas de calcita
No cambia la composición química del agua, solo interviene en la polarización del agua y las sales disueltas.
El ordenamiento o alineación de las moléculas del agua adquirida con el tratamiento magnético, afecta su tensión superficial, aumenta su solubilidad y estabiliza el PH, otorgando a cada área los siguientes beneficios:
- Disminuye la compactación del suelo, distribuyendo mejor la humedad.
- Disuelve la acumulación de sales en el suelo.
- El agua se mantiene mayor tiempo disponible por no ser retenida por las sales.
- Aumenta la absorción de agua y nutrientes al mantenerlos disueltos.
- Mejora la percolación de iones.
- Aumenta la absorción de los fertilizantes aplicados.
- Elimina el sarro en líneas y de taponamiento de emisores.
- Mejora la germinación de semillas y desarrollo de raíces.
- Elimina el sellado de la superficie del suelo ocasionado por las sales del agua.
- Elimina los depósitos de sales sobre la superficie de las hojas (aspersión) mejorando la fotosíntesis.
- Elimina acumulación de sarro en el calentador de agua, lavadora y lavaplatos.
- Evita que los sensores y los puntos de calor sean cubiertos por el sarro
- Limpia tuberías, regaderas, reguladores de presión y filtros de sarro.
- Elimina el mal olor y sabor del agua.
- Mejora la acción de jabones y detergentes.
- Ahorro de agua y de productos de limpieza
- Ahorro de energía en calentadores y enfriadores de agua.
- Eliminación y/o ahorro en el uso de químicos para suavizar el agua.
- Limpieza periódica de calentador más rápida.
- Reducción de costos de mantenimiento de calentador, descalcificador (ablandador) y filtro de agua
- Reducción de incrustaciones de carbonato de calcio en tuberías y maquinaria que tnega contacto con el agua.